El encarar proyectos artisticos teatrales en forma independiente y sin recursos economicos, muchas veces se parece a jugar en un cuadro de basquetbol de la vieja divisional B.
Todo es mas complicado, el sacrificio es lo que prima y la falta de esperiencia muchas veces nos juega una mala pasada.
No se puede entrenar todos los dias, las personas tienen otras ocupaciones y esta hermosa pasion pasa a estar en segundo o tercer lugar en orden de prioridades.
Las practicas, los partidos se suspenden por lluvia, por falta de garantias, etc.
Y eso desgasta. La cancha es mas dura.
Pero lo lindo de ser independiente es eso ser independiente y poder luchar por lo que uno quiere hacer.
Y cuando se logra salir a jugar con todo el equipo y de casualidad ganas un partido te sentis campeon del mundo.
Asi es. Asi sera.
No hay revolucion que se gane sin dejar todo en ella y luchando hasta el final.
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